EL AMOR EN LOS DEL COVID

Por: Doctor Luis Gerardo Casillas


“Era inevitable: el olor de las almendras amargas le recordaba siempre el destino de los amores contrariados.”, así comienza la obra magistral de García Márquez que evoca al título de esta reflexión durante las épocas del cólera; una gran historia de amor que sucede durante los tiempos de una enfermedad mortal en sus tiempos.

Hago un breve corte antes de iniciar a escribir, para mencionar que cuando me solicitaron el reto de escribir de amor y salud, le dio mil vueltas mi cabeza para aceptar escribir acerca de esto, ya que las cosas de la ciencia y el cerebro, muchas veces no se llevan con el sentimiento y el corazón; aun así, he aquí un breve intento:

Los amores que leemos de novela o vemos en películas o televisión ¿realmente pueden darse en una sociedad como la nuestra llena de placeres inmediatos y con baja tolerancia a la frustración?

Y si además a este laboratorio le agregamos el ingrediente de ¡UNA PANDEMIA!….

Vaya lio el que se genera con una enfermedad de la cual todos los medios de comunicación a todas horas infunden el temor a contagiarse, enfermarse o morir, sumándose a la de por si complicada relación entre los seres humanos; dos seres distintos, bombardeados a cada paso con un sinfín de información sin sustento científico.

Por esto y antes de introducirnos en el tema del amor, creo que es importante que este concepto lo cristalicemos en nuestra mente: “Casi toda la población mundial se contagiará por COVID 19”, Repito: “Casi toda la población mundial se contagiará por COVID 19”, no importa si nos alejamos un metro, dos o cinco metros del resto del mundo.

Esta pandemia solo se detendrá cuando cerca del 75% de los habitantes de este planeta ya hayamos sido infectados, esto, porque NO existe una vacuna o tratamiento específico. Las medidas drásticas de distanciamiento social, solo son para evitar que TODOS nos enfermemos en el transcurso de 1 a 2 meses, extendiendo este periodo a 6 o 7 meses.
Explicado de forma más clara:
Somos 130 millones en México y el 75% deberá infectarse para que esta pandemia se detenga en nuestro país, estamos hablando de aproximadamente 100 millones de mexicanos enfermos con SARS CO-2.
Aproximadamente el 2% requerirá hospitalización de terapia intensiva porque su enfermedad es GRAVE, los demás nos recuperaremos en casa y otros pocos se curarán en hospitales, pero sin requerir de una terapia intensiva.
Camas de hospital hay muchas y casi cualquier lugar será adaptado para pacientes con enfermedad moderada, pero el paciente GRAVE, solo puede estar en terapias intensivas, de las cuales ningún país tiene suficientes para recibir mucha gente en un solo momento.
No es lo mismo recibir en terapias intensivas a 2 millones de personas en el transcurso de 2 meses, a repartirlo en 6 o 7 meses…Esta es la verdadera razón del distanciamiento.
Como NO sabemos quién tendrá una enfermedad grave, por SOLIDARIDAD, debemos mantener nuestra sana distancia, lavarnos las manos y evitar introducir los dedos en ojos, nariz o boca.

Dicho lo anterior: ¿Existe el amor en los tiempos del COVID 19?
Primero que nada, veamos lo que dice la OMS que aunque corta, es muy completa: “Salud es el estado de bienestar biopsicosocial”.

BIENESTAR BIOLOGICO, PSICOLOGICO Y SOCIAL:
Para las parejas estables y que viven en el mismo domicilio, la relación y el acercamiento es inevitable. Recordando la premisa: “Casi todos nos vamos a enfermar antes que acabe esto”, entonces…Enfermemos en pareja. No digo que uno de los dos o los dos sean poco solidarios con la sociedad o con su pareja al no seguir las recomendaciones para alargar el periodo de contagio, pero debemos entender que el enemigo por ningún caso es el ser que amamos; el enemigo “HOY”, ES INVISIBLE, como invisible es el miedo, la culpa, el enojo y frustración. He escuchado a amigos diciendo que les da miedo cuando su marido o esposa llega de trabajar. Lo único que veo al escuchar esto, es el MIEDO (enemigo invisible) fracturando relaciones. Por eso acepté este reto de menos de 2 mil palabras. El amor a los hijos es inevitable, así que no creo que haya alguien que me diga que no los va a abrazar, tocar o besar. No tengamos miedo a hacerlo, porque si de cualquier forma en algún momento ellos o nosotros nos vamos a enfermar ya sea en la calle, en nuestro trabajo, en la tienda de la esquina o en el lugar menos esperado y por quien menos creamos…Enfermemos como familia. El efecto de que el contagio se aplace, deberá ser un trabajo de distanciamiento como familia entera, en ningún caso, ENTRE ellos mismos.

El amor a la familia, tíos, primos, hermanos, padres, familia extendida es similar, aunque tendríamos que diferenciar algo: Si viven o no en el mismo espacio: 1.- Para aquellos que vivan dentro, aplica las mismas reglas de lo ya dicho…tengamos contacto y afecto…Enfermemos en amor. 2.- Ante aquellos que vivan fuera: hay que ser SOLIDADRIOS con ellos, con los nuestros y con la sociedad manteniendo una sana distancia.

Con nuestros PADRES y los grupos vulnerables que NO vivan en nuestras casas: alarguemos el tiempo de ir a visitarlos en medida de lo posible, pero también entandamos que una persona abandonada cae en depresión y hay cientos de estudios que dicen que la depresión disminuye la inmunidad innata, haciendo a ese ser querido doblemente agredido: Primero por el abandono y segundo por una enfermedad; enfermedad que muy probablemente va a adquirir (en algún momento tendrá que salir).

Para personas con inmunodepresión y cáncer: apoyemos a la familia directa que los atiende, démosles ánimo, apoyo moral y mantengamos con ellos en especial GRAN Y SANA distancia, ellos deben de ser ese 20% que quedará después de que pase esta pandemia.

Aquellas parejas que no viven juntos, novios, amigos o la infinidad de variantes que existen, reinventen la forma de expresar el cariño, retomemos el escribir cartas, videollamadas, mensajes…hoy como nunca, podemos estar tan cerca, estando tan lejos. El amar no implica estar cerca de alguien todo el tiempo. Todos necesitamos nuestro espacio y este espacio nos lo está dando esta enfermedad para reflexionar y pensar si lo que estamos haciendo está bien. Quien quiere estar contigo lo demostrará alejándose sin alejarse, mandando besos con emojis, manteniendo tu atención para que cuando puedan volver a verse sea de una forma madura.

El amor JAMAS ha sido detenido por nada: ni familias, ni religiones, ni plagas, ni enfermedades. Hoy el COVID 19 nos pone a prueba como sociedad para redescubrir una nueva forma de amar, una nueva forma de soltar el miedo y transformarlo en fortaleza.

El miedo a la muerte en la cultura mexicana es festivo y como diría una persona muy sabia: “No tengo miedo a perder nada en esta vida, incluso mi vida, porque el día que muera, lo que fue: ya no es”. Hoy vivamos informados para vivir la vida al máximo: amando al próximo, sin miedos, sin remordimientos, sin cadenas, sin reproches y sin culpas; lo que va a pasar, va a pasar, tan claro como que el cielo, el mar y la tierra existe. Hoy este virus existe y haremos nuestra parte, pero viviendo sin PANICO, el cual, si nos invade solo nos traerá más desgracias a los que nos quedemos, que a aquellos que se nos irán.

P.D. Me han preguntado que si las parejas deben besarse o tener relaciones sexuales por el riesgo de contagiarse. Esta es mi humilde opinión: Primero pensaría en eso de la solidaridad y si NO estoy en una relación formal (con leyes y sin leyes), lo más conveniente sería mantener la sana distancia por unos cuantos meses, ya que quien me garantiza que “ES LA PERSONA CORRECTA”. Si aguanta es para ti.
Para todos los demás casos: “creced y multiplicaos”.

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