El Nacimiento o Belén, una tradición y centro de unión en Navidad

Miles de familias católicas recrean año con año la escena del Nacimiento de Jesús y es que, no es cualquier acontecimiento, es el Nacimiento de la Salvación, del amor tan grande de Dios que para salvar al hombre envía a su hijo convertido en un bebé indefenso para hacerse humano y conocer nuestras debilidades.

La historia de cómo surgieron estas estampas indican que: El primer nacimiento navideño del que se tiene registro data de 1223, cuando San Francisco de Asís durante un crudi invierto que lo atrapó lejos de su refugio, montó un belén en una cueva cerca de la ermita de Greccio, en lo que hoy es Italia. Su versión era un “nacimiento vivo”–es decir, con personas y animales reales, además de un pesebre–, y su finalidad era mostrar a sus fieles la humildad del entorno en el que nació Jesús. El papa Honorio III aprobó esta idea y, ante la gran respuesta de su congregación, la popularidad de los belenes fue creciendo año con año.

Un siglo después, ya todas las iglesias en Italia montaban un nacimiento vivo durante la Navidad. Alrededor del siglo XV, se instaló el primer nacimiento con estatuas de barro en Nápoles, dando vida a los belenes como los conocemos hoy en día. Esta tradición se expandió por toda la península itálica y eventualmente llegó a otros países europeos como España, Alemania y Reino Unido. El primer taller de belenes abrió en París en 1465, y el primer establecimiento español de este tipo abrió en 1471 en Madrid.

El belén llegó a América Latina con los colonizadores, quienes hicieron de este elemento una herramienta más para la evangelización. El cruce de culturas dio paso a nacimientos que combinaron motivos, técnicas y materiales empleados por los artesanos de los pueblos indígenas, es muy interesante observar «Nacimientos» elaborados en barro, totomoxtle u hojas de maíz, de fibras vegetales, de cerámica, patol, madera. En Salamanca Guanajuato, realizan unos bellísimos «Nacimientos» de cera.

¿Qué incluye un nacimiento?

En el nacimiento o belén se incluyen figuras que representan a las personas y animales que formaron parte del nacimiento de Jesús. La base son la virgen María, José y el niño–que en América Latina suele ser incorporado a la escena hasta la Nochebuena o Navidad–, así como un buey o un burro. También los pastores, el caserío y diversos personales. La noche del 5 de enero, en muchas familias acostumbran colocar entonces las figuras de los «Reyes Magos» también se colocan figuras de animales de granja como corderos, gallinas, peces, patos, etcétera. El nacimiento suele ser montado dentro de un portal o pesebre de madera, y algunos gustan de añadir una estrella para representar la estrella de Belén.

Con el paso de los siglos, los nacimientos han abierto una puerta creativa entre los fieles. Muchos añaden pastores o crean una villa entera alrededor de su pesebre. En algunas regiones del mundo, las comunidades han incluido elementos originales o que los hacen más cercanos a su cultura. En México, algunas personas incluyen personajes que representan personas indígenas o profesiones modernas, como un cartero, mientras que en algunos lugares de América del Sur se incluyen plantas endémicas de cada región.

El nacimiento hoy

En la actualidad, los nacimientos siguen siendo un elemento muy importante de la Navidad en el mundo hispanoparlante–en algunos lugares, su popularidad es igual o mayor a la de un árbol de Navidad. Si bien la opción más popular tanto en espacios privados como litúrgicos son las figuras de cerámica, hay nacimientos de todo los materiales que puedas imaginar, además de que el diseño de los personajes puede ser algo libre.

Lo importante en guardar esta tradición e invitar a los más jóvenes de la familia a participar colocando el Nacimiento o belén y hacer de esta reunión un momento de convivencia familiar.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio