Vanessa Castillo es una joven que, nació en Estados Unidos de América, sin embargo, desde hace 24 años radica en Guanajuato y hace tres años en el municipio de León ingresó al Politécnico Nacional para estudiar ingeniería.
Su deseo por trascender y tener una visión más amplia, la han llevado a participar en programas de movilidad internacional con el Instituto para el Desarrollo y Atención a las Juventudes del Estado de Guanajuato, en Canadá.
De esta manera, participó en el programa internacional de promoción de talento en la Universidad de Quebec, en el programa de aprendices y manufacturas esbeltas en Toyota Motors, en Texas; y ha participado en proyectos como en el de introducir a una niña de ingeniería en Tesla Motors Nevada.
También ha colaborado con grupo BMW, en el proyecto rumbo a la base lunar en el Instituto Politécnico y ha sido representante del ISISA ante el consejo consultivo escolar en el Politécnico.
“Mi trabajo se resume en asegurar que todo el producto que nosotros estamos sacando de nuestra fábrica o planta cumpla todos los requerimientos que nuestros clientes piden”.
En Nevada, donde ella trabaja, Vanessa trabaja en el equipo responsable de realizar la configuración de las baterías que dan energía, para después enviarlas al siguiente proceso donde se montan a los vehículos eléctricos.
La joven guanajuatense ha visto cómo ha crecido la empresa, pues cuando ella ingresó, hace 3 años, solamente laboraban 300 empleados en la planta; ahora, son cerca de 10 mil los colaboradores.
Ahora, su ejemplo quiere que motive y trascienda en las y los jóvenes guanajuatenses que están en el camino de perseguir sus sueños, pues los invitó para aprovechar todos los beneficios que les brinda JuventudEsGto, tales como las becas, convocatorias, conferencias y demás actividades.
“Aprovechen todos estos tipos de proyectos que tienen con el instituto, incluso ahora con la pandemia, cuántas conferencias, pláticas hubieron; y créanme que al final si importan porque te dan una formación y re dan disciplina y hasta presencia, creo yo, que no entras en cero”.
