* Maggie Ozuna
¿Cuántas veces te ha pasado que justo en el momento en el que terminas un trabajo en el que requiere de una evaluación de tu superior algo en ti te pone nerviosa? Ya hiciste todo lo que estuvo en tus manos, todos tus conocimientos y pusiste tu mayor empeño, pero en el momento de soltar no estas del todo segura del resultado. Es justo en ese breve y a la vez larguísimo tiempo donde esperamos el resultado cuando nuestra cabeza se inunda de inseguridades.
Pensamientos en donde nos presenta un sinfín de panoramas posibles, además por supuesto de las posibles soluciones que se podrían tomar si el resultado no fuera como se esperaba. Y la pregunta ¿ Y si esta mal o si hay algo que no le gusta? , aparecen como agujas afiladas. Aún no se sabe la opinión del
otro pero, ya se está viendo un panorama de estrés.
En esta época las palabras ten confianza son muy sonadas, y creemos que las aplicamos a nuestra vida, pero y si en realidad ¿no estamos confiando? ¿Qué es lo que verdaderamente nos hace desconfiar de nosotros mismos? Estamos en el puesto que estamos por nuestras aptitudes y por nuestros logros, entonces ¿Porqué le damos espacio a la duda?
La respuesta puede ser nuestras creencias, ¿Qué es lo qué pensamos que debemos ser para avanzar profesionalmente? Que cuando tenemos un momento decisivo entonces nuestras inseguridades aparecen. Así sea la más mínima, si estoy consciente de que hice todo lo que estuvo en mis manos aplicando todo mi conocimiento, entonces ¿Eso no me generaría más seguridad? Al contrario de estar estresada por la opinión del otro, debería estar confiada en que mi desempeño fue óptimo.
Habría entonces que revisar cuales son nuestras creencias entorno a nosotros como profesionales. ¿Me creo lo suficientemente buena para desempeñarme en ese trabajo?
* Licenciada en Ciencias de la Comunicación y directora de Bobina Entertaitment.