“No hay festejo sin mole” me comenta un jubiloso Eduardo Vidaurri Aréchiga, cronista de la ciudad de Guanajuato y miembro del Conservatorio de la cultura gastronómica mexicana y uno de los participantes para anunciar el evento con el cual, Guanajuato celebrará entre olores y sabores de la tradición, el bicentenario de la Consumación de la Independencia: el Festival Gastronómico del Bajío “Guanajuato de mis sabores”, los días 3 y 4 de septiembre.
Y es que la ocasión no es para menos, 200 años que ponen fin al dominio español, dejó en los recetarios un mestizaje de sabor, por un lado, los platillos autóctonos que unen sus sabores a los productos llegados del nuevo continente y se fusionan para dar paso a un mestizaje culinario que gozamos hoy en día como herencia intangible, como patrimonio histórico de primer nivel.
Para hacer realidad este proyecto de tradición y cultura, se unieron la CANIRAC Guanajuato, el Consejo Turístico de la ciudad de Guanajuato y el Conservatorio de la cultura gastronómica mexicana unieron fuerzas, propuestas y talentos, para dar paso a este evento que nos mostrará la riqueza culinaria de Guanajuato, con esas recetas familiares, ocultas muchas veces, pero que hoy poco a poco empiezan a ser reconocidas. Y para recordar esa lucha independentista, qué mejor que el Festival se desarrolle a los pies de los héroes, en la explanada de la emblemática Alhóndiga de Granaditas, donde chefs de restaurantes locales y cocineras tradicionales darán a conocer los platillos con los cuales nos identifican y es que la cocina, es un símbolo universal que nos acompaña en los momentos más emotivos del ser humano, desde el nacimiento hasta la muerte y además nos ofrece como regalo la convivialidad: el sentarse a la mesa y disfrutar la cercanía de familiares y amigos en un entorno de disfrute.
¿Por qué elegir la Alhóndiga de Granaditas? Históricamente recordamos que la Alhóndiga se construyó como un almacén de granos hacia finales del siglo XVIII y principios del S XIX, por lo tanto, fue la gran alacena de la ciudad, el mismo lugar donde las familias españolas se refugiaron a la entrada del ejército insurgente a la ciudad, acompañados de 10 cocineras tradicionales.
La gastronomía guanajuatense se ha revelado poco a poco por regiones, se tiene la presencia chichimeca, otomí y purépecha, la cual se enriquece con la gastronomía española. El estado es un rico productor de nopal y xoconostle, por lo tanto, su gastronomía tradicional va en ese sentido: Quizá de sus platillos más tradicionales esté el Caldo Capón, la vitualla, los prestiños entre otros platillos propios de Guanajuato.
En el evento tomarán parte cocineras tradicionales representantes de Misión de Chichimecas, de la etnia otomí y purépecha y a ellas se suman los chefs de los restaurantes y hoteles: Acacias, Amaxe, Villa María Cristina, La Virgen de la Cueva, Casa Valadez, Rey Camarón, Tasca de la Paz, La Calle y dulces típicos La Catrina.
Jesús Cárdenas, de Casa Mercedes comenta que además se tendrá un Taller sensorial con la participación de alumnos de la Universidad de La Salle, pero además con este evento se desea intensificar y crear un producto turístico propio que vaya más allá de una celebración por el bicentenario.
El 49 por ciento del turismo que visita el estado de Guanajuato lo hace por sus platillos, aseguró el secretario de turismo, Juan José Álvarez Brunel y es que, en Guanajuato no sólo se cuentan leyendas, se vive la historia. “La cocina tradicional es herencia, es tradición, es la cocina del amor”.
Para esta primera edición se cuidarán al máximo todas las medidas sanitarias y se espera un aforo de 5 mil personas, se tendrá un precio promedio para los platillos y se ofrecerán los platillos originarios de cada región acompañados de agua de pirul, xoconostle, aguacate entre otros sabores y olores.
