Preparan el Pesaj los fieles de la religión judía

Esta noche, al ocaso, las familias de origen judío se aprestan a vivir el Pesaj, la Pascua judía, celebración con la cual se recuerda la partida de los hebreos de Israel según se relata en el libro del Éxodo; el Templo de Jerusalén es el principal lugar de celebración, pero cada hogar judío revive lo propio.

“Esa noche pasaré por la tierra de Egipto y mataré a todo primogénito del país». Con estas palabras, según refiere el libro bíblico del Éxodo (12, 12), Yahvé anunciaba a Moisés su intención de desencadenar la décima plaga sobre los egipcios. En conmemoración de aquella jornada, los judíos celebran hasta el día de hoy la Pascua, una de las festividades que mejor define su identidad. Sin embargo, el rito ha cambiado con el tiempo, y en la actualidad se celebra de una forma diferente a como se hacía en tiempos de Jesús de Nazaret, quien por cierto, era lo que celebraba al lado de sus apóstoles durante la Última Cena en la cual, instituye dos nuevos sacramentos: El sacerdocio y la Eucaristía y es el memorial que se vive en cada Misa junto con la Pasión y también nos da el mandamiento del amor.

Respecto al Pesaj,  Judíos de todas las clases y formas de pensar esperan con agrado las fiestas de Pascua con el mismo entusiasmo que los cristianos esperan la Navidad. Para ellos es el gran evento del año. Con la excepción de los sacrificios del Templo, su forma de observarla difiere poco de que prevalecía en la época de Cristo. Las instrucciones para la celebración de la fiesta fueron cuidadosamente establecidas en la Ley, y fueron llevadas a cabo con gran exactitud después del Exilio.

Preparan la casa y borran todo rastro de levadura, durante varios días sólo se comerá el matza o pan ázimo.

Durante la gran fiesta de la Pascua, el hijo mayor, si ya tiene los trece años, hace un ayuno en memoria de la liberación del ángel de la muerte de los hijos de los israelitas a su paso por Egipto. Los hombres van con sus mejores galas a la sinagoga y al regresar, encuentran la casa iluminada y la Seder o mesa pascual preparada.

Se come cordero, hierbas amargas, entre ellas el rábano, lechuga, perejil, panes ázimos los cuales tienen un ritual especial y se toma vino.

También se sientan a la mesa la servidumbre y son invitadas especiales aquellas personas que no cuentan con recursos a compartir la mesa.

Durante aproximadamente una semana, el pueblo judío continúa con sus celebraciones en recuerdo de su libertad.

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