La Museografía como elemento principal de comunicación en una exposición; Jesús Adame Museógrafo del MiM

En el marco del Día Internacional de los Museos que se celebra cada 18 de mayo, Jesús Adame, responsable de Museografía de Mi Museo Universitario (MiM) De La Salle Bajío, compartió la importancia de esta área y su experiencia.

“En mis primeros acercamientos a la Museografía pensaba erróneamente que, una de sus principales tareas era el montaje de las obras en una exposición y que, de manera paralela, tenía que utilizar mis conocimientos técnicos y prácticos en relación al diseño para poder llevarla a cabo, pero con el paso del tiempo mi concepción de la Museografía se ha vuelto compleja y enriquecedora. Sé que se necesita de otros saberes, del entendimiento de otras disciplinas y ciencias para construir tangible e intangiblemente nuevas ideas dentro de una exposición” comentó Jesús Adame.

Explicó que la Museografía contempla formas, colores, sonidos, perspectiva, distribución de elementos, iluminación, el montaje, mobiliario, etc. Todos estos se denominan recursos museográficos, pero lo importante es entender que detrás de cada objeto, de cada dinámica y planteamiento que busca conectar con los visitantes hay un fundamento, planeación, colaboración y, sobre todo, existe esa intensión genuina de sembrar una semilla que detonará en conocimiento.

El experto afirmó que la Museografía depende de otras áreas del museo, pero una que resulta crucial es el área curatorial, que, en pocas palabras, responde la pregunta: “¿de qué trata la exposición?”.

El Licenciado Adame afirmó que la curaduría es esa disciplina que, de un vasto universo de ideas, logra conjugar las más pertinentes de acuerdo a la temática de una exposición, para así, establecer objetivos claros, un discurso, preguntas clave, una audiencia específica, un lenguaje, etc. Después entra la Museografía, esta responde el ¿cómo?, ¿Cómo se verá, sentirá, recorrerá, dialogará?; el museógrafo tiene claro que para contar una historia hay una infinidad de posibilidades y que, dentro de cada posibilidad, también hay diferentes formas de hacerlo. “Supongamos que tenemos una exposición y el tema a contar es: “La importancia de la naturaleza para el ser humano”.

La idea por si sola es poderosa, y lo más fácil sería colocar árboles talados o deteriorados, una imagen de sequía, figuras humanas que reflejen tristeza y algún elemento que represente un ambiente contaminado, pero desde una perspectiva museográfica el abordaje debe ser más profundo y debe contemplar la iluminación, los colores, el recorrido de los visitantes, así como la pertinencia de sonidos, aromas, elementos interactivos, en resumen, una infinidad de recursos museográficos que permitan comunicar al visitante y en ningún momento perder de vista el tema central de la exhibición”, manifestó el especialista.

En este sentido, afirmó que el museógrafo entiende que el mundo se puede percibir gracias a los sentidos y que se puede interpretar un mensaje de muchas maneras, una adecuada utilización delos signos y significados detrás de estos elementos lleva a comunicar con claridad una idea dentro un ambiente expositivo. Para que un proyecto expositivo sea transcendental es fundamental contemplar a consciencia a los visitantes y sobre todo involucrarlos generando un diálogo con la exposición, ya que esto los acerca a un conocimiento significativo por medio del intercambio de pensamientos y perspectivas.

Una exposición muchas veces funciona como vehículo y mediador de la realidad en un contexto y tiempo específicos. Actualmente, hay una serie de críticas sobre la forma en la que se presentan varias cosas en las exposiciones, en muchos lugares el colocar una pantalla, una proyección o un video juego, señaló Adame; en lugar de ser un recurso expositivo, parecen ser los protagonistas de la muestra, esto en el mejor de los casos, hace que algunos objetos o elementos de la exposición que sí deberían ser relevantes pasen a segundo plano, distraen al visitante y al cuestionarle sobre lo más importante que vieron o cuál es la enseñanza de por medio, esta parece no estar presente ya que un elemento de apoyo terminó por acaparar toda la atención.

“Cotidianamente busco responder a los cuestionamientos iniciales de este texto, ya que eso me permite crear conexiones con las personas que me rodean, ya sea como museógrafo, como profesor o con colegas, pues puedo compartir con todos ellos lo que hago en mi trabajo. Reafirmo lo valioso de esta profesión y el impacto que tiene en mí mismo y a mi alrededor, asumo la responsabilidad de romper paradigmas obsoletos y llevar la mente de los visitantes a nuevas realidades y encaminarlas a la visión de un mejor futuro colectivo”, finalizó el museógrafo.

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