En el marco de la edición No.86 de Sapica, La Cámara de la Industria del Calzado del Estado de Guanajuato y Tlacuilo Ediciones presentaron el libro Los Sancrispines | Memoria de zapateros que han hecho historia (1975-2021), del autor Ramón Ascencio Villanueva.
El libro contiene una compilación de las semblanzas biográficas que el autor ha escrito sobre los receptores del reconocimiento y estatuilla San Crispín de Oro, que CICEG entrega desde 1975 a impulsores significativos del sector calzado.
Durante el evento, Ramón Ascencio nos compartió el recuerdo de la entrega del primer San Crispín. “tengo un recuerdo borroso, del sitio en el cual estaban sentados los galardonados con el San Crispín, era el año 1975 con el gobernador Ducoing y alguien me dijo que pasara a leer la reseña. Para los eventos siguientes, notas. Algunos me ayudaron con un escrito previo, pero poco a poco agarré confianza y en los años siguientes además de las preguntas, me dieron permiso de ir plasmando en la relación de sus vidas, las experiencias más conmovedoras- Resultaron muy interesantes, edificantes y hasta divertidas, para acabar pronto; me dejaron meter mi cuchara y finalmente les gustó que la cosa no fuera tan formal y como en el caso de Chuy Vázquez, que iniciara la crónica narrando un tremendo fracaso, no sé si se acuerden.
Al rato ya era un coctel de todo lo que ellos me decían y de lo que este humilde servidor consideraba que iba a mover los corazones de los oyentes. Citó a don Toribio Esquivel en cuanto a estudiar a cada uno de conciudadanos cómo se portan en sociedad, cómo cumplen con sus obligaciones dentro y fuera de la familia.
La Cámara de la Industria del Calzado aplicó la receta y se dedicaron a observar la actitud cívica y moral de los ciudadanos y en lo particular, de los que han dejado sus mejores años dentro de la industria del calzado y que nos pueden servir de ejemplo, de guías. Cómo han enriquecido nuestras vidas en los momentos de prueba. Se los digo de corazón: Mi participación ha sido muy marginal, tan sólo plasmando en papel lo que ellos me platicaron y que refleja esa actitud moral, familiar y social, en resumen, generosa, que constituye una delicia para el alma de quién los acompaña en su camino.
Les confieso que no supe ni cómo pasaron estos 47 años, por lo cual le doy gracias a Dios, pues me concedió el privilegio de ser portavoz de estos hermosísimos testimonios tan humanos, llenos de contrastes, tan cercanos a nosotros los zapateros. Espero que los disfruten”
En su momento, Alfredo Padilla Villalpando, presidente de CICEG también compartió su testimonio “Quiero enfocarme en dos temas, uno de ellos es cuando la industria se puso por primera vez en un salón que se llamaba Salón Renovación aquí en la Feria, en donde los fabricantes teníamos la oportunidad de exponer nuestros productos, yo era joven, trabajaba para unos familiares en una fábrica de calzado y andábamos poniendo la alfombra y los muebles y yo veía a todos los industriales que estaban muy comprometidos por estar presentes en esa exposición que al poco tiempo se quedó corta y necesitó otro salón y fueron buscando otro salón- Entonces veía que los industriales estaban muy empeñados en mostrar su producto y fui entrando con ellos en su forma de pensar, de trabajar en su producto y al poco tiempo me tocó estar trabajando y llevándoles la piel a su fábrica, de una tenería, la tenería Temoala y me dejaban entrar y veía yo sus productos, y veía el perfil del fabricante y dije: Algún día podré yo hacer esto. Eso me llevó a tender lazos de amistad con ellos y con sus operarios de primer nivel para ir viendo yo que producto podría producirlo.
Duré dos o tres años visitando esas fábricas, podrían ser 100 fábricas de muy buen nivel. Realmente eran muy buenos fabricantes y te platicaban qué estaban haciendo y a dónde iban a comprar el material, a cómo pagaban la fracción, se persignaban para ir a cobrar el cheque. Ellos eran una especie de directores de empresa y eso los llevó a ser fabricantes de calzado, en ese tiempo eran unas cien fábricas de calzado y muy buena producción.
Pero hubo un tema que me hizo a mí llegar a conocerlos a todos y es que los vemos a ellos, pero detrás están sus familias, están sus esposas, están sus hijos, están sus padres y no sabemos los momentos que vivieron, de presión, de estrés, de crisis. Ellos tenían sus fábricas para mantener a sus familias y se formaron grandes empresas y de ahí viene la forma cómo estamos trabajando hoy en día, nuestros familiares nos dejaron ese ejemplo para seguir adelante.
Si ellos no hubieran puesto ese granito de arena y haber apostado por la construcción del Poliforum, que era Centro de Convenciones, seguiríamos en un Salón Renovación del que teníamos el puro techo- Si ellos no hubieran trabajado por ser patrones, no hubiéramos hecho en dónde estamos ahorita, no tendríamos la Cámara de la Industria del Calzado tan fortalecida como está hoy en día.
Yo les digo a las abuelas y a las mamás de nuestros empresarios, ellos tuvieron apoyo de las grandes familias que ayudaron mucho a la industria también, lo mismo que las familias de nuestros operarios- Aquí estamos por un rato más, Muchos recuerdos de los empresarios que hoy son destacados, también nuestros obreros, algunos de ellos aún siguen con nosotros y les damos la oportunidad para ir saliendo adelante, esto no fue gratis, todo lo que tenemos viene por parte de nuestros papás, nuestros abuelos y ahora nos toca a nosotros salir adelante”.
Finalmente Salvador Sánchez Romero hablo en nombre de quienes han recibido el máximo galardón “Un gusto y un honor el compartir con ustedes el nacimiento de este libro testimonial que da cuenta de una parte de la historia del calzado en nuestra querida ciudad de León Guanajuato y por supuesto, de los municipios del Rincón-
Podemos imaginar la cantidad de horas de investigación y en general, del trabajo de edición para lograr tener en nuestras manos esta publicación en cuyo contenido nos vemos reflejados todos los que nos encontramos aquí y ahora y desde luego, muchos más que ya no nos acompañan.
Tal vez puede verse reflejado en esto cualquier persona del mundo de los zapatos, todos los que integramos esta noble y gran industria pero antes de referirme al muy valioso contenido del libro, quiero entrar en materia mencionando que el tema del zapato a todos nos importa independientemente del país en que nos encontremos, de nuestra ideología, de nuestra condición social, política o económica, porque simplemente todos usamos zapatos o casi todos.
Porque experimentamos el gozo de tener un par de zapatos que nos protejan y faciliten el trasladarnos de un lugar a otro, de tener nuestros pies en pleno estado de salud. En estos mismos momentos nuestros pies y nuestro organismo nos agradece llevar puesto un par de zapatos que nos podrían dar confort o estar a la moda y llevar a cabo todas nuestras actividades.
Además, el tema del zapato a todos nos importa, porque aparte existen refranes y dichos creados por la sabiduría popular que han sido transmitidos de generación en generación. Ya se lo decía el Quijote a Sancho Panza, “Todos los refranes son verdaderos” ¿Por qué? Porque es el origen de esa experiencia y la experiencia es la madre de todas las ciencias y voy a mencionar solamente algunos, unos que están escritos: Seis zapateros y una secretaria, esa no es fábrica, es una pica”
“Los sabios días del maestro centrado y aprendices apedreados, “zorritas apedreados” y hay otros: “Zapatero a tus zapatos” “Encontré la horma de tus zapatos” “Una piedra en el zapato” “A fuerza, ni los zapatos entran” y hay otros venidos de otras partes como este “Con una berra y media y un buen zapato, hace la madrileña pecar hasta a un santo”, “Todo mundo sabe en dónde le aprieta un zapato”, y aquí somos muy empáticos al decir “Ponte en mis zapatos” y es la verdad y qué decir de tantas palabras dentro del argot zapatero como Piocha, deje borrego, zorritas, pica y tantas más.
Y así podríamos seguir mencionando muchas otras sentencias, lo importante es reflexionar en cómo el objeto del zapato ha sido utilizado para transmitir enseñanzas que todos comprendemos. El zapato, los zapatos han sido y son el principal objetivo de nuestra actividad económica que han puesto a León, a Guanajuato y a México en el mapa mundial.
Por lo que se refiere al contenido de este maravilloso libro, quiero recomendarles a todos que lo lean despacio, comprendiendo y disfrutando cada pasaje de cada personaje que está en esta reseña y también, por qué no, promuevan su lectura”.
Galardonados:
• 1975 Antonio Sánchez Herrera
• 1975 Antonio Pardo López
• 1975 Salvador López Chávez
• 1976 Joaquín Pérez Rozada
• 1976 José Julio Ramírez Rodríguez
• 1977 Felipe Benicio Martínez Chapa
• 1978 P Francisco Fuentes de la Peña
• 1978 Lorenzo Rodríguez Garza
• 1979 José Abugaber Sara
• 1980 Rodrigo González Calderón
• 1980 Teódulo Torres Íñiguez
• 1981 Galo Gutiérrez Muñoz
• 1983 Francisco Lozornio Castillo
• 1984 Manuel Espinoza Díaz
• 1985 Rodolfo Moncada Tafoya
• 1986 Ramón Torres Solano
• 1987 Cristóbal Romero Morales
• 1988 Antonio Battaglia D´Ascoli
• 1989 Joaquín Padilla Valdepeña
• 1990 Ramón Padilla Chávez
• 1991 Roberto Plasencia Saldaña
• 1992 Ángel Vázquez Negrete
• 1993 Ezequiel Córdoba Guerrero
• 1994 Jesús García Plascencia
• 1995 Delfino Muñoz y Petra Rodríguez
• 1996 Jorge Succar Kuri
• 1997 José María Neira Figarola
• 1998 Miguel Rodríguez Hernández
• 1999 José Ayala Frausto
• 2000 Eliseo Martínez Pérez
• 2001 Salvador Sánchez Romero
• 2002 Arturo Rodríguez Rincón Gallardo
• 2003 Eduardo Mendiola Salinas
• 2004 Alfonso Plascencia Gutiérrez
• 2005 Jesús Vázquez García
• 2006 Carlos González Lozano
• 2007 Felipe Pablo Martínez Treviño
• 2008 Pedro González Amador
• 2009 David Cashat Succar
• 2010 Alfonso Sánchez López
• 2011 Jesús Flores Alcalá
• 2012 Miguel García González
• 2013 Ángel López García
• 2014 José Villamayor Coto
• 2015 Rubén Cabrera Villalobos
• 2016 Juan Antonio Gutiérrez Obregón
• 2017 Joaquín Espinoza Camarena
• 2018 José Carlos Gutiérrez Treviño
• 2019 Fernando Márquez Ponce
• 2020 José Antonio Abugaber Andonie
• 2021 Rafael León Meléndez