Una exposición donde el ser de León mueve nostalgias, recuerdos, recuentos, ausencias y también presencias. Diríase que los vecinos de la colonia, del rumbo, de la ciudad, todos tenemos algo que recordar de este espacio, por ello, la sentimos propia.
No solo es la historia de una colonia de León dónde se asentó por fortuna el recinto cultural más importante no solo de la ciudad, me atrevo a decir que del estado, en los mismos terrenos que una vez albergaron al Instituto Lux, lugar de estudio y sueños, de inquietudes infantiles y juveniles guiados por los jesuitas tan unidos al desarrollo de la ciudad desde que fuera villa.
Fue el cálido reencuentro con las memorias de cientos de familias que tuvieron y tienen mucho que ver con el desarrollo de la colonia, está que quedó unida al ahora Distrito León MX .
También fue el recuerdo de los años de furor del equipo Unión de Curtidores. Del glorioso Estadio La Martinica, lugar de tantas pasiones sobre el empastado, de los duelos de futbol, y qué decir de esas noches de inolvidables conciertos con los ídolos del momento…¿Recuerdan a Luis Miguel cantando en ese lugar? Sí, corría el año 1989 por ejemplo.
Sin embargo el Forum Cultural vino a darle un nuevo aire al rumbo al proyectarse como un complejo cultural de alto nivel: Una biblioteca pública enorme, en tres pisos y una terraza superior espectacular, una Unidad Académica de la Universidad de Guanajuato, que tuviera mucho que ver con la cultura, esencia del espacio, una sala de conciertos sobria, pequeña, perfecta para presentaciones de grupos de cámara que cumple perfecto sus funciones, un Museo de Arte e Historia de Guanajuato, dónde el espectador siempre es bien recibido y en donde además se promueve la creación artística desde la tierna infancia, de una manera didáctica, sencilla y cálida, pero que también nos ha ofrecido, además de exposiciones inolvidables, encuentros con creadores para aumentar el diálogo.
¡Qué decir de su Calzada de las Artes! Ahí ha sido el lugar de encuentro favorito para muchos leoneses: Encuentro con amigos, con la familia, toma de fotografías de lo que merezca ser recordado: Unos Quince Años, la boda de ensueño pero antes, la misma petición de mano en esos jardines, testigos de grandes momentos. Pero además, la presentación de grupos maravillosos del estado, de México y de muchas partes del mundo, llenando de gozo el espíritu de los asistentes.
La cereza del pastel fue la entrega del Teatro del Bicentenario, espacio tan entrañable y querido y donde niños y jóvenes se han acercado por primera vez a las artes y donde todos nos sentimos siempre bienvenidos.
Y muchos de esos testimoniales están ahí, en esas fotos del álbum familiar, de los recuerdos más queridos y ahora, fueron dignos de salir de la intimidad familiar para compartir gozosos un momento de tiempo que ahora es eternidad.
«Somos Martinica. Somos Forum ¡15 años viviendo el arte juntos!» Es una exposición pequeña pero llena de anécdotas. Estará abierta al público hasta finales de enero de 2022 ¡Vale la pena recordar y volver a vivir!