No hay fiesta sin un buen son, sin la música que alegra el corazón y que como siempre, es necesaria en cualquier tipo de celebración y más en ese lejano 1921 cuando, después de 11 años de guerra, por fin nació México como una nación libre y soberana, dueña de su destino, por lo cual sigue luchando hasta este momento pero bajo otras condiciones y circunstancias.
Así pues, que de pronto termine una lucha armada, que causó tanto dolor y muerte, era motivo de festejo hace 200 años y hoy, en este día, rememoramos esos momentos con un Concierto por el Bicentenario de la Independencia organizado por el Instituto Cultural de León en conjunto con la Orquesta Típica de León, el Archivo Histórico Municipal y el Ballet Folclórico Octavio García de la Casa de la Cultura de León. En la presentación, Luis Alegre, Cronista de la Ciudad y Nora Delgado con la representación de Carlos María Flores Riveira, Director del ICL.
Y qué mejor que festejar con la música que se escuchaba hace 200 años, sones, fandangos y peteneras de carácter chusco y festivo, con cierto dejo de picardía: Puente de San Francisco, Polkas, La marcha de Zacatecas de Genaro Codina no podía faltar como tampoco una canción en torno a los héroes: Allende, Aldama y Costilla y entre verso y verso, una pareja ataviada a la usanza de 1821, bailaba alegremente, teniendo como escenario el redondel tan bello de la Plaza de Gallos, edificio de la época y con mucha historia de por medio.
Fue una reunión con poca gente por la pandemia, pero quienes asistieron, lo disfrutaron ampliamente y agradecieron la oportunidad de poder estar presentes y ser testigos de este Bicentenario.